jueves, 26 de julio de 2012

Mark.

La grandeza de la raza humana, no consiste en estar por encima de l@s demás, si no de poder adaptarse en armonía con el entorno donde vive.

miércoles, 25 de julio de 2012

Mark

El que conoce y practica el amor no suele tener necesidad de perdonar: siempre está dispuesto a comprenderlo todo.

viernes, 13 de julio de 2012

Los siete pecados capitales del poder politico.



Hablemos de los siete pecados capitales del poder político, presentes hoy en todas las supremacías que gobiernan el mundo. A cada uno de estos pecados, la mentira, la traición, el fanatismo, la arrogancia, el servilismo, la explotación y la injusticia le cantaremos notas distintivas en coplas de octosílabos de seis líneas.




1. La mentira:




La mentira disfrazada está en toda la cultura; y su poder lo asegura nuestra misma “democracia”, una tremenda falacia y un discurso de basura. Y es que siempre la mentira de la clase poderosa es “convincente y hermosa”; por gobiernos difundida, y a los pueblos es vendida como “inocente y piadosa”. Se sostienen los Estados por medio de la mentira: Es la “esperanza fallida” o el “error de los gobiernos”, en la mente de los pueblos con su dignidad perdida.




2. La traición:




El más antiguo papel de toda la creación lo ha jugado la traición; es la forma más artera, más venenosa y rastrera de ejercer dominación. El ciclo de la traición, de maldad incomparable y de fuerza inexorable es el arma más notoria que nos revela la historia del poder abominable. Desde el viejo testamento la traición es conocida; y siempre le fue atribuida al cobarde y al tramposo; pero hoy del poderoso es el arma preferida. “Amo mucho a la traición, pero odio a los traidores que no son mis seguidores”: ¡Con su conciencia de rata Julio César se retrata para sus admiradores!




3. El fanatismo:




Se define el fanatismo como un montón de tarados que siguen desenfrenados a un pendejo muy ansioso por hacerse poderoso ¡y al final son desechados! Se establece el fanatismo, sobre el pueblo dominado, como un yugo bien montado, conductor de muchedumbres hacia viejas servidumbres impuestas por el Estado. Aportan aquí las masas, para seguir en su ruta, tan indigna como absurda, impuesta por sus “señores” y sus “genios conductores”, tan solo la “fuerza bruta”.




4. La arrogancia:




¿Hay poder?... Hay arrogancia, por instinto natural y en proporción casi igual; pero esta nace primero, al poder se une ligero ¡y nadie sabe cuál es cuál! El poderoso arrogante jamás se siente culpable, ni puede ser enjuiciable: En los sistemas podridos, sus errores cometidos son “actos indispensables”. En nombre del populismo, los derechos más sagrados son a diario avasallados; pero el centro del desastre siempre ha sido el arrogante con su grupo de malvados.




5. El servilismo:




Servilismo es el incienso que alucina al arrogante; y a la masa no pensante la adoctrina y la envilece; ¡Pero al servil lo enaltece, y eso es lo más indignante! ¿Hay poder?... Hay servilismo. Es una cosa indudable, pero lo que es cuestionable es que haya evolución, en una pobre nación, servil y manipulable. Y es al final el respeto a la dignidad humana, lo que el servilismo infama. El poder con su arrogancia se sirve de la ignorancia de los pueblos que degrada.




6. La explotación:




Es de todos el más grande, de tantos explotadores, el Estado y sus “señores”; ¡Pero el Estado no existe, con sus ropajes se viste un grupo de malhechores! ¿Hay poder?... Hay explotación: Trabajadores honrados, por las leyes ignorados, que produciendo riqueza representan la pobreza… ¡Y siguen abandonados! Pero es lo que nadie entiende: Que cualquier explotación lleva siempre la intención de algún cerebro pensante: “el político brillante” explotando a una nación.




7. La injusticia:




Injusticia servilona, que se retira la venda sin que nadie la sorprenda, para mirar de reojo y señalar a su antojo donde al poder le convenga. Hablamos de la “justicia”, expresada entre comillas, que es falsa y de mentirillas: Si el poder lo recomienda, ella se quita la venda para mirar de hurtadillas. Aquella justicia ciega, con balanza equilibrada, tan solo existe pintada, ¡con esos rasgos precisos! en los grandes edificios donde su farsa es montada.